Adiós a las manzanas


Hace unos días, estudiando sobre alimentación, descubrí que las manzanas, mis frutas predilectas, me hacen mal. A muchas personas les son muy saludables, pero a mí me conviene dejarlas. ¡Dejar las manzanas! ¡¡¡En Chile!!! Este país es un paraíso de las manzanas.
Bueno, al menos las disfruté mucho, así que, ahora que me despido de ellas, aquí les dejo un pequeño, pero cariñoso homenaje, unos versos que escribí cuando comía una manzana a escondidas en un serio e importante seminario de Literatura... ¡No le cuenten a nadie!


Una manzana roja

Una manzana roja
me moja
como una esponja
crujiente
entre mis dientes.

La desgajo, la rajo
de arriba a abajo
y en mi boca resuena,
me llena
de agüita buena.

La mastico,
¡qué rico!
Disfruto
el dulce fruto
que me moja,
una manzana roja.





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