¡A leer por turnos!





Este domingo se acabó la Feria del Libro Infantil y Juvenil, así que la estaremos echando de menos hasta el próximo año. Es muy agradable encontrar en un solo lugar tanto que mirar, tanto que leer, tanto, tanto, tanto, que siempre me quedo con ganas de más.

El sábado estuve nuevamente firmando libros y, como siempre, fue muy linda experiencia. Las rumas de Yacay bajaban y bajaban, los niños se los llevaban siempre con una sonrisa y eso me hacía muy feliz. Pero lo que más me gustó fue ver que varios papás me pedían que firmara el libro para ellos también, no sólo para los niños. 


Nunca olvidaré los momentos en que mi mamá nos leía libros por las noches y tampoco la linda experiencia de poder leérselos a mi hermano Santiago, que era muy chiquitito cuando yo ya estaba grandota en la Universidad.

Después, él aprendió a leer y entonces nos turnábamos: él leía algunas páginas y, cuando se cansaba, seguía yo. Así leímos completas las Crónicas de Narnia. Creo que pocas veces he disfrutado tanto la lectura.

Por eso los invito, como estos papás que conocí el fin de semana, a leer juntos, por turnos. Es una excelente manera de amenizar, por ejemplo, el rato de lavar los platos o el de ordenar la pieza. Las tareas latosas se hacen mucho menos pesadas cuando alguien nos está leyendo. Además, es un excelente ejercicio para mejorar la pronunciación, el tono de voz y otras habilidades.

Aprovechen de compartir cuentos con los papás, los hermanos, los abuelos, la nanita querida y cualquiera que esté ocupado haciendo una tarea manual que permita tener las orejas libres y la imaginación alerta.

¡Hagan la prueba!




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